Los abrazos

El abrazo es un elemento básico de comunicación que fortalece el vínculo de apego sano y seguro.

Estudios científicos demuestran que los abrazos mejoran la salud emocional de los seres humanos.

Cuando nos abrazamos se producen cambios fisiológicos en nuestro cuerpo, uno de ellos el aumento de secreción de la hormona oxitocina, promoviéndose una mayor sensación de bienestar.

Al abrazar se produce un vínculo mutuo de confianza intensa, liberándose, también, los neurotransmisores serotonina y dopamina (alegría y bienestar) lo que se traduce en una sensación de armonía y plenitud.

Los beneficios de los abrazos no se limitan solo a nuestras emociones. Resulta que abrazar también tiene un impacto positivo en nuestro cerebro. Los estudios han demostrado que los abrazos promueven un mayor desarrollo del tejido neuronal, lo que favorece el crecimiento y la conexión de las estructuras cerebrales. En otras palabras, los abrazos pueden ayudarnos a desarrollar nuestro cerebro de manera más rápida y eficiente.

La carencia de contacto físico en la primera etapa del desarrollo infantil puede producir un efecto devastador en los bebés, llegando a generar un cuadro de desnutrición física llamado marasmo.

Virginia Satir, reconocida terapeuta familiar, asegura que los seres humanos necesitan cuatro abrazos diarios para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer. 🌈🌱✨

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